Por Jaime Andre Novoa
La innovación es la base transformadora que crea valor en las empresas. Existen cuatro tipos de innovación: en el proceso, en el producto, en el mercado y a nivel organizacional. Esta se define, de acuerdo con el concepto dado por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo), como: “La implementación de un nuevo o significativamente mejorado producto (bien o servicio), o proceso, un nuevo método de mercado, o un nuevo método organizativo en prácticas empresariales, organización del lugar de trabajo o relaciones exteriores”. (Oslo, 2006).
El principal propósito de la innovación es el crecimiento de una organización. Las compañías ven la necesidad de innovar para buscar otras fuentes con nuevos productos, servicios, procesos y modelos de negocios. La innovación es un vehículo que contribuye en la competitividad, permite que se focalicen esfuerzos en el crecimiento sostenible y en la creación de nuevo valor.
Para que la innovación sea verdaderamente un proceso que brinda soluciones, es indispensable que se identifiquen las oportunidades a nivel interno y externo de las empresas, que se establezcan mecanismos para identificar las necesidades de los grupos de interés para ofrecer productos o servicios que se ajusten al mercado. Es un proceso constante de generación de ideas de cambio que permiten mejoras sustanciales en nuestras empresas.
La manera de transformar las ideas de la empresa en acciones concretas no simplemente debe tener como resultado un documento de planeación estratégica o lluvia de ideas, sino que debe existir el compromiso Gerencial de planear, organizar y destinar los recursos necesarios para que se avance en el proceso de innovación. Se requiere una disciplina constante, contar con estructuras organizacionales flexibles, equipos multidisciplinarios, desarrollar relaciones de confianza, expandir las fronteras de nuestro mercado y cómo, desde cada uno de nuestros trabajos generamos ideas creativas que permitan crear la innovación.
El resultado de la pandemia global es que la Sociedad se avocó hacia una nueva etapa trascendental acerca de cómo podemos innovar de manera constante para adaptarnos a los cambios que diariamente nos trae un mundo globalizado. Y léase esta afirmación como la invitación para abrir nuestra mente y repensar las actividades que hacemos a diario. Algo muy relacionado con la capacidad creativa que ha llevado al ser humano a lograr los avances que conocemos actualmente.
Las empresas colombianas han tenido avances significativos en la innovación a partir de la flexibilidad en el trabajo, ajustes de horarios y puestos de trabajo, la organización a través del teletrabajo o el trabajo remoto del que ya hemos conversado en anteriores ediciones de este boletín.
Pero aun falta mucho. La innovación que crea valor en las empresas es la que genera conocimiento y esto solo se consigue mediante procesos de transformación y de cambio que permitan optimizar los resultados.
Existe mucha información acerca de la innovación, pero en este articulo nos enfocaremos en los SG-SST que en algunas empresas son un proceso interno y en otras se maneja de manera externa, pero esto no limita la creación de valor a partir de la gestión oportuna de los riesgos y la generación de cambios a partir de las observaciones de mejora que nos enseñan los incidentes o accidentes que ocurren cuando se materializan las causas básicas o inmediatas que llevan a la perdida por lesiones.
Y, es que la innovación no es un proceso complejo que tenga que hacerse cumpliendo un protocolo que involucre llevar todo a la Junta Directiva para aprobación de un cambio. Si bien, esta aprueba o no dichos cambios, las mejoras e innovaciones se pueden hacer desde cada puesto de trabajo simplemente con reconocer los riesgos y definir acciones para controlarlos que eviten las lesiones.
Les puedo contar como ejemplo, algo que ocurrió en este mes de abril y que me animó a escribir este artículo.
Conocí el caso de una empresa con una operación en una maquina donde el trabajador tenía que introducir su mano para ayudar a presionar el producto lo que ocasionaba accidentes en manos constantemente. La solución: incluir como herramienta de trabajo un dispositivo compactador manual.
Muchos dirán que nos es la mayor solución innovadora, pero esos pequeños cambios, esas pequeñas acciones nos permiten generar valor por que brindan bienestar a nuestros trabajadores que son el Capital más grande que tenemos en las empresas.
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